Un día encontré en la entrada de mi casa una abejita, la vi muy cansada; casi no se movía.
Recordé un vídeo, donde decían que las abejas estaban en peligro de desaparecer; ya que muchas veces vuelan largas distancias sin encontrar flores o lugares con vegetación.
Entré con ella a mi casa, le dije a mamá.
- aun esta viva ¿qué hacemos?.
mi madre respondió.
- dale en una cuchara un poco de agua con azúcar o miel, para ver si aún puede sobrevivir.
La abeja empezó a beber el agua.
Con el paso de las horas, la abeja estuvo mucho mejor; ya se movía y trataba de volar, nosotros dejábamos las ventanas abiertas para que ella pudiera irse a su colmena, y sin mas en unas horas; ella voló.
Me sentí muy feliz por poderla ayudarla; pensar que un ser tan pequeño puede realizar tantas cosas por nosotros.
Ellas son las polinizadoras mas importantes de la naturaleza; son seres muy laboriosas, comprometidas y trabajadoras en equipo; por ellas existe la vida en el planeta.
No ayude, solo hice mi parte, para que la labor de una obrera, culminara.
Enseñanza o reflexión.
Ayudar a preservar los ciclos naturales es preservar nuestra existencia.
Autor: Santiago Perez Vargas
Curso: 4°A.
INST, PIO XI.